Conoce la programación con la que Santa Marta tendrá un 'Corto Circuito' cultural en sus 500 años


CortoCircuito, colectivo cultural samario, presenta oficialmente su agenda 2025: un recorrido curado de más de 20 eventos que tendrán lugar entre el 24 y el 29 de julio, como parte de la celebración de las Fiestas del Mar y de la conmemoración de los 500 años de la ciudad.

“Este circuito no es solo una programación, es un regalo para Santa Marta y para quienes la habitamos”, señala Carolina Betancourt, codirectora y fundadora de CortoCircuito. Para esta edición especial, el colectivo trae una propuesta artística y sensible, co-creada junto a más de 30 aliados locales que han apostado por otra forma de celebrar la ciudad.

Las actividades, que incluyen literatura, música, diseño, gastronomía, artes visuales, fotografía y rituales, se llevarán a cabo en distintos puntos de Santa Marta: desde el Centro Histórico hasta Pescaíto, Manzanares y el Parque Tayrona. Esta diversidad territorial responde a una apuesta por descentralizar la oferta cultural y ampliar el acceso a los eventos.

“Llamamos circuito a esta propuesta porque se vive como tal: una secuencia de experiencias que se encadenan y dialogan entre sí. Por ejemplo, el jueves 24 de julio comenzará con la presentación del libro de una escritora samaria en la Librería Café de Pombo y continuará con una exposición colectiva en el Centro Cultural La Gota de Leche. El viernes serán cuatro los encuentros distribuidos a lo largo del día; el sábado, una fiesta de actividades desde la mañana hasta la noche. Así, día a día, vamos tejiendo esta red, para que cada quien trace su propia ruta y se permita vivir Santa Marta desde nuevos lugares y formas”, señala Rafael Zúñiga, también codirector y cofundador del colectivo, que en 2025 cumple tres años de gestión cultural.

“Más que una programación de actividades, CortoCircuito propone una experiencia para reconocer lo que somos como samarios y como personas que habitamos esta ciudad: también lo que hemos sido y lo que podemos ser con relación a este territorio”, comenta Betancourt a propósito de la curaduría y el sentido del circuito. Añade que la intención detrás de esta agenda es generar un cambio comportamental en la ciudad: que sus habitantes se vuelvan más apreciativos ante lo que ocurre en ella, más contemplativos frente a sus formas más bellas, y más participativos a la hora de generar cambios positivos.

¿Qué es CortoCircuito?

CortoCircuito es un colectivo de autogestión cultural que, desde hace tres años, enciende la vida artística de Santa Marta con propuestas que dialogan con los saberes locales, la memoria, el arte y la fiesta. Frente al relato institucional, propone una “agenda tipo B”, no como segunda opción, sino como una alternativa necesaria para ampliar el relato oficial y propiciar encuentros con sentido. Este año, el circuito ha sido posible gracias a un equipo base de seis personas y a una red de cómplices que prestan sus espacios, comparten sus saberes y permiten que la chispa se mantenga viva.

Esta edición de CortoCircuito es posible gracias al apoyo de marcas locales como Agua de Río, Agéndate, Wellness, Archipiélago Laboratorio Indisciplinar, Arde, Bonito Caribe, Casa Triada, Cinto Cantina Caribe, Crabs, El Informador, La Casa del Totumo, La Fresca Trattoria, La Sierra Artist Residency Foundation, La Newyorkina, Laberinto Macondo, Librería Café de Pombo, Mipko Constructores, Mood, Ouzo, Naturaleza Cielo, Programa de Cine y Audiovisuales Unimagdalena, Sie7e Mares, S.O.S Arte Samario, Santa Marca, Taberna de Manuelito, Tras la Perla, Tucurinca, Universidad del Norte, Vívolo, Work by Duro y Yerbatería.

Al ingresar a este enlace podrá conocer la agenda completa.

Quienes quieran vivir el CortoCircuito encontrarán en esta edición una muestra diversa de lo que significa hacer cultura en Santa Marta. La agenda también incluye una cata de café con vinilos caribeños en Agua de Río, y una block party en La Newyorkina que convertirá la calle en pista de baile. 

Habrá una barrioteca de salsa con vinilos en la Taberna de Manuelito, un taller de danza, lectura y escritura en Pescaíto, una ceremonia de cacao en Casa Triada, exposiciones de fotografía y cine indígena, y hasta una fiesta con piñata y pudín para cerrar los “primeros 500 años” de la ciudad. Así se vive el circuito: como un viaje por diferentes expresiones artísticas, identidad samaria y momentos de celebración compartida.