El sueño de un barrio llamado Colombia

La preparación en el barrio había terminado. Las calles de Colombia estaban atrás y en la mente de los 23 jugadores convocados por Hernán Darío Gómez para ir a suelo argentino a disputar el título de los mejores del continente. Mientras, en cada país participante, los gomosos de la web apoyaban a sus escuadras con arengas escritas en la aplicación Copa Barrio que Nike puso en Facebook. Todos apoyaban a su barrio, su nación, su patria, su familia.

Ese 27 de junio, al llegar al aeropuerto de Ezeiza, los cafeteros se enfocaron en hacer una buena presentación en la Copa América 2011. Y no era para menos, por primera vez tras varios años de falta de fe, se tenía (y tiene) un grupo con trayectoria y roce internacional, sobre todo en las principales ligas de Europa. Yepes, el capitán, salió campeón del Calcio Italiano con el Milán y Falcao, el máximo referente del barrio Colombia, junto a Guarín salieron campeones de la Uefa Europa League, el segundo torneo continental de clubes en importancia en el viejo mundo. Ni siquiera era necesario mencionar a Perea, Rodallega, Sánchez, Teófilo o Zúñiga, hacerlo era ser creído.

La preparación en Santa Fe se hacía bajo presión, esto por las figuras y por compartir grupo con el anfitrión y favorito: Argentina, principalmente. A esto se sumó la inesperada lesión del arquero titular David Ospina. Esa misma presión previa al primer duelo, tal vez fue lo que ocasionó las siguientes palabras por parte del adiestrador colombiano, 'el Bolillo' Gómez: "Yo la tengo clara, si Colombia no pasa la primera ronda me voy, porque habré fracasado”.


La sentencia del polémico 'Bolillo' le puso picante al torneo y a los aficionados en el Barrio, además aumentó la expectativa de cara al partido ante Costa Rica el 2 de julio en el estadio '23 de agosto' ubicado en Jujuy. Con orden Colombia derrotó 1-0 a los "ticos" con gol de Adrián Ramos (a quien tampoco hubo necesidad de mencionar arriba) jugador del Hertha BSC Berlín -Alemania-, al final del primer tiempo que, como todo el encuentro, fue luchado y sufrido gracias al portero de los centroamericanos, Moreira.


La alegría de la victoria era grande y más aún porque el destino le sonreía a los guerreros del Barrio más septentrional de la Conmebol, pues gracias al empate entre Argentina y Bolivia, Colombia era líder solitario del Grupo A. La felicidad es un aliciente sobretodo si es producto de la victoria. El idilio o sueño, o como lo quieran llamar, había iniciado.


Los días se hacían largos ahora para encarar al segundo rival: el poderoso equipo de Argentina, que jugaba en su patio, en su barrio, en su cuadra. Desde el sábado hasta el miércoles, los colombianos animaron a su equipo en Facebook y se hacían sentir ante los gauchos en la red social.


Miércoles 6 de junio. Estadio Brigadier General Estanislao López de Santa Fe, conocido también como "el cementerio de los elefantes" pues allí han caído clubes como el mismísimo "Santos Futebol Clube" de Brasil ante el local Colón. El partido se inició y con más testosterona que fútbol los argentinos imponían su estilo, el medio campo era el epicentro de la batalla entre el local y el líder; el favorito y el que ansiaba sobresalir. Al final medraron las fuerzas albicelestes y Colombia impuso su juego, toques iban y venían de un lado al otro de la cancha mientras 11 jugadores de camiseta a rayas se sumaban a los 47 mil espectadores.


Sin embargo la falta de puntería de los tricolores dejó el sinsabor de un empate, que paradójicamente supo a victoria. En ese cementerio, el elefante quedó en estado de coma pero no murió. Messi defraudó a los suyos y las críticas le llovieron, mientras Falcao y compañía seguían liderando el primer grupo de la Copa América.


La victoria de Costa Rica sobre Bolivia apretaba la situación en el bloque, sobretodo entre Costa Rica y Argentina que se matarían literalmente en la última fecha. Colombia empatando ante la pobre Bolivia estaba en segunda fase.


10 de junio, el último partido de primera ronda ante la cruda Bolivia que no había mostrado nada más allá de un empate ante la criticada Argentina. Este fue un partido sencillo para los colombianos, el pecho henchido de las dos primeras fechas llenó de enjundia a los tricolores que en la primera etapa del compromiso anotaron dos goles mediante su figura, Radamel Falcao García. 27 minutos, dos goles y una clasificación como líder a la segunda ronda del torneo continental; el resto es cuento. Ahora a esperar al mejor tercero de un torneo que daba a entender que no había favoritos, que los gigantes se extinguieron y que todos están del mismo tamaño y cualquier cosa podía pasar. El sueño del título seguía ilusionando a todo el barrio.


Con la segunda tanda del torneo, no sólo se quedaba atrás la historia de la primera ronda, sino que ahora sí el mínimo error se traducía en la despedida. Con todos los clasificados listos a Colombia le tocó enfrentar a Perú. Los incas pasaron como mejores terceros de toda la copa. Colombia debía trasladarse ahora a Córdoba y enfrentar su destino.


Sábado 16 de julio en la cancha del estadio Mario Alberto Kempes, los orgullosos guerreros colombianos se enfrentaban a un estratégico Perú que se guarneció en defensa y contragolpeó a toda velocidad a un Colombia totalmente diferente al de la primera ronda. El sueño se volvía pesadilla.


Ese día el destino se hizo presente de nuevo y con sus manos desvió todos los disparos de los oriundos del barrio Colombia. La muestra fehaciente de las artimañas del destino: el yerro de Falcao en la pena máxima que cobró. Las opciones dilapidadas por los cafeteros dolieron mucho más cuando los Incas anotaron en dos oportunidades. La cuita fue mayor al caer en cuenta que las fuerzas se terminaron en el tiempo extra cuando los de la banda cruzada inflaron la red tricolor.


Vergüenza, nada más que decir. O sí, un triste despertar del sueño que se convirtió en pesadilla. Sonó el silbato del juez indicando el final del partido y se terminó el camino y los errores se hicieron más visibles que nunca. El equipo seguirá construyéndose de cara a las eliminatorias y el mundial, al menos eso dio a entender 'el Bolillo', quien con haber pasado la primera ronda aseguró su puesto como técnico.


La copa le sonrió y luego sacudió al barrio Colombia. En la próxima oportunidad será pues todos esperan estar despiertos.