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Estas adecuaciones convirtieron este contenedor en un espacio en donde se impulsará el arte y la cultura mediante talleres totalmente gratuitos de danza, teatro, pintura, música y manualidades, en cada una de las comunidades donde Fundeban hace presencia.
Con la Ruta Banarte, los niños, niñas y adolescentes vivirán experiencias únicas y transformadoras. “En Fundeban, la Fundación Social de Tecbaco, seguimos trabajando por la educación y el mejoramiento de la calidad de vida de nuestras comunidades. Estamos muy contentos por concretar este anhelado proyecto que fue pensado con el fin de llevar a más comunidades nuestro programa Banarte, ya que solo lo ofrecemos en el Centro de Desarrollo Comunitario en Río Frío”, afirmó Iris Yancy Orozco, Directora Ejecutiva de Fundeban.
Se espera que el furgón itinerante empiece a recorrer las comunidades de los municipios de Zona Bananera, Aracataca y Retén, en forma de espacio de aprendizaje y recreación, motivando así a la formación artística y cultural y al reconocimiento del arte como fuente de mejoramiento de la calidad de vida, beneficiando a más de 100 niños en cada comunidad que visite.
La recuperación y transformación del furgón tomó seis meses. Se instaló una puerta abatible, escalera, plataforma de acceso, pasamanos, bodega externa, sistema eléctrico, acabado interno en drywall, impermeabilización del techo, cubierta de piso, pintura en general, planta eléctrica, aires acondicionados y llantas. La obra terminó con un branding representativo en su fachada, en el cual se invirtieron más de $75’000.000.
Norlis Guerrero, Contralora General de Tecbaco, dijo que este proyecto es muy importante porque, “estoy segura de que el arte tiene el poder de sanar, de inspirar, de conectar, de transformar. Por eso Banarte es un sueño hecho realidad y muy necesario para nuestra región, que ha sufrido tanto por la violencia, la pobreza y la exclusión”.
Con estas obras sociales, Fundeban, la Fundación Social de Tecbaco busca reafirmar su compromiso con la educación y demostrar que el arte y la cultura sí pueden ser una fuente de alegría, diversión, esperanza y cambio para nuestras comunidades.