Masha, una joven rusa que trabaja personificando a una sirena
en el Parque Forestal Primitivo de Xishuangbanna (China), se llevó un tremendo
susto cuando fue atacada por un pez gigante que se encontraba en el acuario.
La escena generó los gritos de terror de los niños y
familiares que miraban el momento.
Según los informes, la criatura gigante se comió las gafas y
las pinzas nasales de Masha, y le hirió la cabeza, el cuello y el ojo.
Se desconoce la especie del animal, pero se sabe que este acuario
de agua dulce cuenta con especies nativas de los ríos Mekong y Yangtze, así
como otros anfibios raros.
En algunos medios internacionales se dice que la joven
habría recibido un ofrecimiento de unos cien dólares por los "daños
morales" después del ataque y se le habría prohibido hablar del incidente.