"La Esthercita que yo conocí"

Por Eduardo Marín Cuello

-Cuando la vi por la televisión el pasado 11 de mayo a causa de esa caída en la madrugada que le dislocó el hombro, la vi acabada. No era  la misma Esthercita que conocí durante el Carnaval del año 74.

Fue en el Hotel del Prado. Andaba gorreando las casetas y los eventos de carnaval donde mi hermano Benjamín era animador; en ese entonces tenía 16 años, estaba pelá, y me tocaba bailar era con los amigos y compañeros de trabajo de mi hermano, él se rebuscaba con eso y yo gorreaba; eso sí, aguantando el mal genio de él.

Recuerdo que ese día tocaron Nelson Pinedo, Porfi Jiménez, y la orquesta de Los vecinos donde cantaban Joselín y Mily, quien inmortalizara "La guacherna", el tema cumbre de Esthercita. Ese día, mientras Las chicas de Venevisión animaban al público, me quedé encantada con la presentación que la legendaria 'novia de Barranquilla' hiciera junto a Mily; las dos entonaron las líneas que la hija del barrio Abajo compusiera:

"Faroles de lucero girando entre la noche 
La brisa es un derroche de sones cumbiamberos
Locura de colores las calles de Curramba
Tambores de parranda ahí viene La Guacherna
Ahí viene La Guacherna tremenda pa' gozar..."

Esa mujer veterana, madura, vestida de cumbiambera con una cayena roja que le adornaba el cabello y esa elegancia, porque era una señora elegantísima, que le imprimió al show de Los vecinos de Mily me dejó anonadada. Gracias a Dios en ese momento mi parejo se había ido al baño y pude disfrutar de algo que pocos seres humanos sintieron. Esa fue la primera vez que la vi y esa imagen de mujer elegante y alegre no se me olvida; por eso cuando paso por la estatua que tiene en la calle 74 con carrera 43  me acuerdo de ese día de carnaval en que me aprendí la letra de La guacherna.

La primera vez que la vi fue esa. Las otras veces fueron en El Callejón y en otros lugares públicos de Barranquilla, la ciudad a la que tanto le cantó y es la materia prima de su obra. Incluso años después, cuando tenía a los pelaos pequeños, como en el 83 la vi cantar otra vez, pero yo siempre me quedé fue con esa imagen de Ella cantando junto a Mily.

La semana pasada yo estaba aquí en Santa Marta hospitalizada, y en el televisorcito de la habitación de la clínica veía las noticias sobre el estado de salud de Ella, de Esthercita Forero, la compositora de la Luna de Barranquilla, quien en la clínica La Asunción reposaba somnolienta, quebrantada, sin maquillaje y con una nieta que triste esperaba una mejoría al igual que todos los habitantes de 'la puerta de oro de Colombia'.

Hoy 3 de junio, cuando estoy sana en mi casa, junto a mis hijos y mi marido; vi por el televisor la noticia de que a las 6:15 p.m. aquella mujer de baja estatura pero alegre y de gigantesco talento,  que nunca olvidaré había fallecido en las instalaciones del centro asistencial donde tuve a mis hijos mayores.

Barranquilla debe estar que no se entiende; imagínate, si se murió nada más y nada menos que Esthercita Forero, la eterna reina del Carnaval que yo conocí.-