El legado de la nueva 'Celosa y guapa'

La canción de Julio Erazo sirve para que Marqueses Junior siga preservando la tradición vallenata que viene de los tiempos de Alejo Durán.


Por Eduardo Marín Cuello

"La mujer que tengo se pone celosa y guapa / porque yo compongo canciones pa' las muchachas."

Con esa línea empieza la canción Celosa y guapa, escrita por el guamalero eterno Julio Erazo Cuevas e interpretada por voces legendarias como Alejo Durán y Beto Zabaleta, cuando éste aún integraba la agrupación Los Betos, junto a Beto Villa.

Aunque existen versiones que dicen, que este tema musical es más conocido por los nombres de "Quédate tranquila" o "La mujer que tengo"; Alan Gutiérrez, percusionista de la Organización Musical Marqueses Junior, asegura que este cover vallenato se grabó con el nombre de 'Celosa y Guapa'.

"La regrabación de Celosa y guapa ha sido un éxito. En poco tiempo llevamos más de mil reproducciones en Youtube y hemos recibido buenos comentarios. Eso quiere decir que hicimos una cuestión totalmente diferente, sin dejar de lado todo lo que hicieron con esa canción Beto Zabaleta al lado de Beto Villa, Alejandro Durán y otros intérpretes con esa composición."

Esta producción se hizo posible gracias a la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad del Magdalena, que los apoyó en ese proceso. Esto fue el resultado de 6 años de montarla, ensayarla y convertirla en el himno de la agrupación. 6 años de perfección continua que hoy se pueden escuchar.

Marqueses Junior es una organización musical emanada de Ciénaga, Magdalena (Norte de Colombia), tierra que parió a Guillermo de Jesús Buitrago uno de los pioneros en la música popular del país, música que influenció la creación y comercialización de la música de acordeón, como se conoció en sus inicios al vallenato.

De esa esencia vallenata, y en medio del revolcón generado por la 'aparición' de la llamada "Nueva ola", surgen los Marqueses Junior, por allá en el 2007. Hoy, son un grupo de jóvenes universitarios que mezclan sus estudios con el intento por conservar la tradición  de esta música con la orientación de Álvaro Gutiérrez, padre de Alan, y quien lleva más de 40 años de estar relacionado con la música siendo timbalero en los grupos de Alfredo Gutiérrez y Los Betos, por citar algunos.

Sobre su trabajo como protectores del legado vallenato, Alan -que aspira ingresar a la Universidad para estudiar Ciencias Políticas- dice: "Las actuales agrupaciones vallenatas han tomado el camino de la nueva ola y eso no está mal. Eso ha traído buenos artistas. Pero no podemos desconocer el legado que nos están dejando Beto Zabaleta, Diomedez Díaz, Jorge Oñate."

Y agrega "Mi padre, que es percusionista de Beto Zabaleta, ha querido que salvaguardemos el legado musical que han dejado estos artistas. Por eso Marqueses Junior mantiene la esencia del vallenato tradicional sin dejar de lado las posibilidades de concebir una nueva propuesta, tomando de base el vallenato en sus inicios y el vallenato actual".

Es raro ver jóvenes interpretando vallenato e intentando mantener la originalidad del vallenato, sobretodo cuando las máximas figuras de la modernidad vallenata dejan a su acordeonero de lado y lo cambian como un vestido o un par de zapatos.

Sin embargo, en Marqueses Junior esto está más que claro pues aquí se mantiene eso de que la figura del acordeonero, desde los inicios del vallenato, ha sido fundamental y agregan que"está bien que el acordeonero es el que le da la melodía, la alegría y la sabrosura a la canción. Pero no podemos dejar de lado el papel del cajero y del guacharaquero, porque son igual de importantes que el que ejecuta el acordeón y el cantante".

Es imposible no citar el libro Vallenato: Cultura y sentimiento, de Marco Fidel Vega en la página 29, cuando habla de las escuelas vallenatas y cita, con esta canción, la Escuela iniciada por Alejandro Durán, el primer Rey Vallenato, continuada por Beto Zabaleta con Los Betos y que hoy -yo me atrevo a incluir- se mantiene con el trabajo de Marqueses Junior.

Y ojalá mi novia no se ponga celosa y guapa porque ando escribiendo de vallenato. ¡Ay hombe!